sábado, 18 de octubre de 2008

COMO LA BIBLIA ACTUA EN NOSOTROS I



ESTUDIO 5
COMO LA BIBLIA ACTÚA EN NOSOTROS 1



IDEA CLAVE

La Biblia nos ayuda a conocer a Dios y conforme vamos conociéndole nos vamos transformando a su imagen y semejanza, dicho de otro modo, nos vamos pareciendo más a Él.


TEXTO BASE


  • “Como ansía el ciervo las corrientes de las aguas, así te ansía a ti, OH Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo iré para presentarme delante de Dios?” (Salmo 42:1-2)
  • “El Señor dice: Que no se enorgullezca el sabio de ser sabio, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza. Si alguien se quiere enorgullecer, que se enorgullezca de conocerme, de saber que yo soy el Señor, que actúo en la tierra con amor, justicia y rectitud, pues eso es lo que a mí me agrada. Yo, el Señor, lo afirmo.” (Jeremías 9: 23-24)
  • “Hasta que Cristo sea formado en vosotros” (Gálatas 4:19)
  • “Por eso, todos nosotros, ya sin el velo que nos cubría la cara, somos como un espejo que refleja la gloria del Señor; y vamos trasformándonos en su misma imagen, porque cada vez tenemos más de su gloria, y esto por la acción del Señor, que es el Espíritu.” (2 Corintios 3:18)


INTRODUCCIÓN


Quisiera que empezaras este estudio contestando la pregunta que encontrarás a continuación. Por favor, tómate todo el tiempo que necesites para hacerlo, piensa cuidadosamente antes de responder, procura que tu respuesta sea honesta y refleje tu realidad personal de la forma más fidedigna posible.

¿Cómo crees que la Biblia actúa en nuestras vidas?

¿Sabes? Mi experiencia de muchos años trabajando con jóvenes y adultos me ha enseñado que hay muchísimos cristianos que no tienen ni idea de qué modo la Palabra de Dios actúa en sus vidas y, por consiguiente, no pasan tiempo en leerla, meditarla, estudiarla y memorizarla. Este desconocimiento les lleva a pensar que la Biblia no sirve para nada y, consecuentemente, no vale la pena invertir tiempo en ella.

¿Cómo interactúa la Biblia con nuestras vidas?


LA BIBLIA NOS AYUDA A CONOCER A DIOS

  • “Como ansía el ciervo las corrientes de las aguas, así te ansía a ti, OH Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo iré para presentarme delante de Dios?” (Salmo 42:1-2)
  • “El Señor dice: Que no se enorgullezca el sabio de ser sabio, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza. Si alguien se quiere enorgullecer, que se enorgullezca de conocerme, de saber que yo soy el Señor, que actúo en la tierra con amor, justicia y rectitud, pues eso es lo que a mí me agrada. Yo, el Señor, lo afirmo.” (Jeremías 9: 23-24)

Ya has leído estos versículos en el texto base ¿lo recuerdas?

No se puede confiar en aquel a quien no se conoce. Imagínate la escena, alguien completamente desconocido se presenta en tu casa. Dice que has de confiar en él, pues de lo contrario tu vida corre peligro. Te da bonitas explicaciones y te pide que pongas todos tus bienes (tal vez en tu caso no son muchos y no tendría demasiado mérito el hacerlo) en sus manos y sigas todas sus instrucciones. ¿Cómo reaccionarías? ¿Confiarías en él, harías lo que te pide? Solamente un necio confiaría su vida y posesiones en las manos de un desconocido. La confianza es básica en todo tipo de relación y la confianza no se puede desarrollar sin un conocimiento mutuo, y éste es imposible sin una inversión de tiempo. Cuando pasas tiempo con una persona puedes llegar a conocer cómo es realmente. Conocerla puede llevar bien a la confianza o bien a la desconfianza. Sin embargo, estarás de acuerdo que el factor tiempo y el factor relación son básicos para ello.

Pienso que es imposible confiar en Dios sin conocerlo. Dios es una persona y por tanto la relación con Él en muchos aspectos funciona como la relación con cualquier otra persona. Sin duda, la falta de confianza en Dios es uno de los problemas que hemos de afrontar como creyentes.

La vida cristiana se basa en la confianza Sin fe es imposible agradar a Dios, declara la Escritura (Hebreos 11:6). Todo lo que no nace de la confianza es pecado, vuelve a afirmar el Nuevo Testamento (Romanos 14:23).

Cuando la confianza no existe en la vida cristiana aparece el legalismo. Legalismo significa que las cosas ya no se hacen por amor, sino por temor, por miedo.

El legalista hace cosas o deja de hacerlas para evitar el castigo o las represalias de Dios, o bien, para conseguir sus favores. El legalista, en cierto sentido, regatea con Dios. Piensa: “si no hago esto, evitaré el castigo de Dios” o bien, “si hago esto conseguiré las bendiciones del Señor.”

Las relaciones legalistas caracterizan a aquellos cristianos que no confían en Dios porque no lo conocen. Sus relaciones no están basadas en la seguridad que produce la confianza, sino más bien en la suspicacia fruto de la desconfianza. No han entendido que el amor echa fuera el temor.

Cuando no hay confianza la vida cristiana se distorsiona. Las promesas de Dios no son tomadas seriamente, su voluntad aparece como sospechosa, su propuesta de estilo de vida y sus mandamientos ya no aparecen como un beneficio, una bendición para nuestras vidas. Se vuelven una carga, una opresión, un corsé que nos asfixia, un yugo pesado de soportar.

Esto también nos pasa en las relaciones con los seres humanos, ¿quién se fía de la palabra o la promesa de un desconocido? ¿Quién se siente obligado a seguir las indicaciones y consejos del primero que pasa por la calle?

No puede ser de otra manera, al desconocer a Dios y su carácter no podemos confiar en que sus motivaciones al ofrecernos un determinado estilo de vida sean las mejores. No podemos creer que anhela lo mejor para nosotros. Nos cuesta creer que su deseo sea bendecirnos y darnos una vida abundante.

Los mandamientos de Dios están dados para protegernos y proveer para nuestras necesidades. Sin embargo, la persona que no conoce a Dios no puede visualizarlos de esta manera, los ve como restricción, opresión, yugo, pesada carga, límite y coacción a su preciada libertad personal.

¿Por que existen tantos cristianos que no ceden a Dios el control de sus vidas? Sencillamente, porque no confían, y no confían simplemente porque no lo conocen. Tal vez tú eres uno de estos cristianos

LA BIBLIA DESARROLLA EL CARÁCTER DE CRISTO EN NUESTRAS VIDAS

  • “Hasta que Cristo sea formado en vosotros” (Gálatas 4:19)

Los pueblos adoptan e carácter de los dioses que adoran. Dioses de la guerra dan lugar a pueblos guerreros, dioses sanguinarios desarrollan pueblos sanguinarios, dioses inmorales producen pueblos inmorales.

El propio pueblo de Israel experimentó esta realidad cuando en su idolatría cambiaron al Señor por dioses falsos que cambiaron y corrompieron sus costumbres.

El culto de Baal, tan común entre los pueblos vecinos de Israel en el tiempo del Antiguo Testamento, era un culto de la fertilidad en que la vida sexual licenciosa era glorificada como algo religioso y meritorio. Había prostitutas “santas” tanto masculinas como femeninas para la satisfacción de los adoradores.

Como consecuencia, los pueblos cananeos era pueblos de una tremenda depravación sexual (recordemos el caso de Sodoma) e Israel no pudo sustraerse a esta inmoralidad como claramente atestiguan los profetas.

Los seres humanos están diseñados para adorar. Creemos que esto es verdad, y por eso el ser humano busca objetos de adoración. Martín Lutero afirmaba que Dios es cualquier cosa que colocamos en el centro de nuestras vidas. Si Dios no ocupa el corazón del ser humano otras cosas lo ocuparán y se convertirán en su objeto de adoración. La Biblia afirma que donde colocamos tesoro –nuestro ídolo- allí estará nuestro corazón. (Mateo 6:21)

Nuestra sociedad se moldea a la imagen y semejanza de los dioses que adora. Nuestra sociedad adora el becerro de oro del materialismo y por tanto todos –incluidos los cristianos- nos estamos convirtiendo en materialistas que perseguimos el dinero y las posesiones. Nuestra sociedad adora el placer y todos nos vamos convirtiendo poco a poco en una sociedad en que todo tipo de lealtades son sacrificadas en el altar del hedonismo. Perseguimos todo aquello que nos produce placer, evitamos y huimos de todo aquello que produzca dolor o ausencia de placer.

Conocer a Dios es básico para que su imagen se desarrolle en nosotros. Conocer su carácter moral es básico para trasformarnos a su imagen y de este modo su carácter se desarrolle en nosotros. Pablo afirmó al respecto:

  • “Por eso, todos nosotros, ya sin el velo que nos cubría la cara, somos como un espejo que refleja la gloria del Señor; y vamos trasformándonos en su misma imagen, porque cada vez tenemos más de su gloria, y esto por la acción del Señor, que es el Espíritu.” (2 Corintios 3:18)
Dios nos pide que seamos santos porque Él es santo. La petición de Dios no es arbitraria o caprichosa, se basa en su propio carácter. Dios desea que como hijos suyos reflejemos, formemos en nuestra vida su forma de ser, su naturaleza moral. El conocimiento de Dios y su carácter es la base para el desarrollo del nuestro:

*Hemos de evitar la mentira porque Dios es verdad
*Hemos de ser justos porque Dios es justo
*Hemos de amar porque Dios es amor
*Hemos de perdonar porque Dios es perdonador


OBSERVACIÓN


1. Escribe con tus propias palabras cómo la Biblia actúa en nosotros en base a lo que has aprendido de este estudio.


INTERPRETACIÓN


1. ¿Puedes llegar a confiar en Dios sin conocerlo? Justifica tu respuesta.

2. ¿Puedes conocerlo sin pasar tiempo relacionándote con Él? Se creativo y justifica tu respuesta.

3. Piensa por un instante ¿Eres uno de esos cristianos que nunca han cedido a Dios el control total de sus vidas?

4. ¿Es la desconfianza hacia Dios la razón que te impide entregarle el control total de tu vida? ¿Cuál otra si no?

5. ¿Hay en tu vida otros dioses que ocupan el lugar que sólo le corresponde a Dios?

6. la lista que encontrarás a continuación ¿Puedes identificar en ella algunos de tus dioses reales?

Dinero ( )
Trabajo ( )
Placer ( )
Éxito ( )
Amigos ( )
Poder ( )
Sexo ( )
Video consola ( )
Familia ( )
Estudios ( )
Deporte ( )
Música ( )
Otros ___________________________________

7. ¿De qué modo el conocer a Dios influye en el cambio de nuestro carácter? Sé práctico


APLICACIÓN


1. ¿Qué puedes aplicar en tu vida personal de lo aprendido en este estudio?

2. He afirmado –y la Biblia lo ratifica- que conforme conocemos a Dios nuestro carácter es transformado ¿Qué áreas del tuyo necesitan ser cambiadas por Dios? ¿Qué auxilio, guía o dirección puedes encontrar en las Escrituras al respecto?

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